Corrían los años 70 en Hollywood. La meca del cine se encontraba en fase expansiva y las producciones no hacían más que aumentar día tras día. Las estrellas del celuloide copaban las portadas de las célebres revistas de papel couché. La imagen de las estrellas cinematográficas se hacía cada vez más importante.
Sin embargo, este crecimiento exigía optimizar los tiempos de producción, para poder satisfacer la demanda creciente de películas, que llegaba desde varios puntos del planeta.
Para aquel entonces, los directores de cine querían un estilo de uñas versátil que complementara a la perfección el fondo de armario que tenían las estrellas de Hollywood. Los productores también se sumaron a esta demanda. Ambos buscaban un look que combinara con la infinidad de cambios de vestuario a los que hacía frente cualquier actriz durante su larga jornada de trabajo.
La manicura francesa como solución
Históricamente, las manicuras no habían supuesto ningún problema; el cine se rodaba y emitía en blanco y negro. Sin embargo, a partir de los años 60, las películas en color se convirtieron en el imperativo de la industria cinematográfica. En consecuencia, las manicuras empezaron a cambiar de color, para poder conjuntarse así con la variedad de vestuario de las actrices. El problema residía en que durante una misma jornada una actriz tenía que cambiar de color varias veces, para poder adecuarlas a su conjunto de ropa. Como es lógico, la tarea requería de cierto tiempo y ralentizaba excesivamente los cambios de set de las actrices.
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Fue así que en 1975 Jeff Pink, fundador de Orly, decidió resolver el problema pintando las puntas de las uñas con esmalte blanco, para luego cubrirlas con un tono brillante y natural. Este “nail look” fue llevado a las pasarelas de moda en París ese mismo año, donde tuvo una gran acogida. Dada la aceptación que tuvo en Francia, Jeff Pink decidió nombrar a su creación “Manicura Francesa” (French Manicure).
La proliferación de esta nueva moda fue rapidísima, ya que no solo la siguieron las actrices de Hollywood, sino también las modelos de pasarela más top del momento se pasaron a la manicura francesa.
Hoy en día, la manicura francesa es tan popular como lo era en los años 70. Desde su concepción, se han creado diferentes tonos, kits y productos especializados y exclusivos para este clásico look. Además de sumársele los trabajos de decoración de uñas. La manicura francesa también se puede aplicar sobre las uñas de gel o las uñas acrílicas.